sábado, 18 de octubre de 2014

Crónica de una sequía anunciada

Hoy he ido a verte, a olerte y tocarte, tenia intención de gozarte todo el día en solitario y sin prisas pues disponía de todo el día para dedicarte, sin embargo los temores que tenia hacia tu estado eran ciertos, el autoengaño alimentaba la ilusión de disfrutar de ti. Bien temprano iba hacia donde siempre te encuentras pues miles de años llevas allí abriendo brecha a la madre tierra.
Le preguntaba a un lugareño mientras me tomaba un café con leche en un pueblo cercano que si había llovido mucho este otoño por allí, como si fuera a resolver de antemano mi temor...unos 60 litros...por dentro pensaba que serian suficientes para poder alimentarte en esta sequía que nos ronda desde hace un año y medio.
Durante el recorrido por la carretera en la furgo no paraba de intentar visualizar colores de otoño con los cuales vestirte mientras posabas para mi.
Una vez ya en el destino y con mi traje de gala para seducirte un calor sofocante hacia que se mascara la tragedia a cada paso que daba yendo en tu búsqueda y nada mas asomarme y verte de lejos ya no estabas, no te reconocía, estaré equivocado de sitio? todo era tan distinto!
No puedo irme a dormir sin recordarte tal y como eras y acostarme soñando que un día volverás a serlo.








Buenas Noches.

No hay comentarios:

Publicar un comentario